- A la espera de la aprobación de la CFTC, la estrategia de autocertificación de Coinbase para los futuros de Dogecoin pretende conjugar la innovación con el cumplimiento de la normativa.
- La inclusión de Dogecoin refleja la ambición de Coinbase de diversificar su oferta, elevando las meme coins a la esfera de los productos financieros.
Este anuncio impulsó el valor de Dogecoin un 18% al alza, marcando un hito notable en su valoración de 0,15 dólares. La introducción de Dogecoin, junto con Litecoin y Bitcoin Cash, en el ámbito de los contratos de futuros liquidados en efectivo por Coinbase Derivatives está prevista para el 1 de abril.
El camino hasta aquí no ha estado exento de obstáculos
Esperar el visto bueno de la Commodity Futures Trading Commission (CFTC) de Estados Unidos sigue siendo un paso crucial. Sinembargo, la estrategia de Coinbase se basa en un compromiso regulador proactivo a través de la vía de la “autocertificación”, tal como se establece en el Reglamento 40.2(a) de la CFTC. Esta vía permite la rápida introducción en el mercado de estos contratos, equilibrando el ritmo de la innovación con el cumplimiento del marco jurídico.
Este baile normativo tiene matices. El mecanismo de “autocertificación” permite a las plataformas lanzar nuevos productos financieros de manera eficiente, siempre que se ajusten a la Ley de Intercambio de Materias Primas y a la normativa vigente de la CFTC.
El ascenso de Dogecoin a una posición dentro del escalón de las criptomonedas refleja la visión de Coinbase de diversificar y enriquecer su gama de productos. La incursión en el comercio de futuros de lo que comenzó como una “meme coin” subraya un cambio sísmico en la percepción del mercado.
Sin embargo, esta expansión saca a la luz complejas consideraciones regulatorias. La clasificación de Dogecoin, junto con Litecoin y Bitcoin Cash, como materias primas, interviene en un diálogo en curso sobre la naturaleza de las monedas digitales y su supervisión reglamentaria.