- Chainlink amplía su asociación con Arta TechFin para tokenizar activos del mundo real, mejorando la accesibilidad y la integridad del mercado digital.
- La tokenización podría transformar la liquidez al convertir activos reales como los bienes inmuebles en fichas digitales fácilmente negociables.
Chainlink ha ampliado recientemente su colaboración con Arta TechFin, una empresa de gestión de activos y servicios financieros con sede en Hong Kong. Esta asociación se centra en llevar activos del mundo real a la cadena de bloques, centrándose específicamente en la tokenización y las transacciones entre cadenas.
Eddie Lau, consejero delegado de Arta TechFin, ha destacado que esta colaboración responde a la necesidad del mercado de contar con una solución integral que cubra todo el espectro, desde las originaciones fuera de la cadena y la negociación en el mercado secundario hasta la mejora de la integridad de los productos.
El objetivo más amplio es introducir un puente sin fisuras entre los activos tangibles y los mercados digitales.
La tokenización, tal como la define Chainlink, consiste en convertir activos del mundo real en fichas digitales que pueden representar la propiedad o participaciones en activos físicos como bienes inmuebles o coleccionables. Estos tokens pueden comprarse, venderse o negociarse electrónicamente.
Con un valor mundial estimado de 867 billones de dólares en activos del mundo real, la tokenización se considera un método para aumentar la velocidad del dinero, esencialmente haciendo que los activos tradicionalmente no líquidos sean más accesibles y más fáciles de negociar.
El sector inmobiliario, a menudo caracterizado por su falta de liquidez y sus engorrosos procesos de transacción, es un candidato ideal para la tokenización. En Estados Unidos, una transacción inmobiliaria típica sin compra directa en efectivo puede tardar entre uno y dos meses en cerrarse. Los procesos posteriores, como la reventa o el acceso al capital, también destacan por sus procedimientos largos y complejos.
Chainlink pretende agilizar estas transacciones utilizando sus fuentes de precios en tiempo real y el Protocolo de Interoperabilidad entre Cadenas (CCIP), que mejora la capacidad de la red de oráculos para comunicarse con otras cadenas de bloques y facilitar las transferencias de activos entre distintas cadenas.
Recientemente, SWIFT, el servicio mundial de mensajería interbancaria, se ha asociado con Chainlink para estudiar la viabilidad de transferir valores entre protocolos de cadenas de bloques.
Además, Chainlink se ha embarcado en un programa piloto con Depository Trust & Clearing Corporation (DTCC) e importantes instituciones bancarias como BNY Mellon, JP Morgan y Edward Jones.
El objetivo principal del programa piloto era migrar los datos de los fondos bancarios a la cadena de bloques, allanando el camino para una tokenización más amplia de los activos.
Aunque Chainlink es una figura destacada en este ámbito, no es la única que se esfuerza por integrar activos del mundo real en la cadena de bloques. Ripple Labs también ha colaborado activamente con importantes entidades financieras como JPMorgan, Santander e IBM.
Estas colaboraciones se centran en la tokenización de una variedad de activos, incluidos bienes inmuebles, acciones, hipotecas y bonos, lo que indica una creciente tendencia de la industria hacia la representación digital de activos físicos en plataformas blockchain.
Esta creciente red de asociaciones y programas piloto pone de manifiesto un cambio hacia la integración de la tecnología blockchain con las estructuras financieras tradicionales, lo que podría transformar la forma en que se gestionan y negocian los activos a escala mundial.